Ayer estuve todo el día en las nubes. En casa, en el coche, en la calle, en otra casa, comiendo, cenando, merendando, a punto de dormir... TODO EL DÍA . ¿Y por qué es esto? Pues la verdad es que no lo sé. Hay algunos días en los que el tiempo se me pasa
volando, y me paso toooooodo el día en las nubes . O en la luna, según lo entiendas... Y no es la primera vez que me pasa. Me pasa muy a menudo, de hecho. Pero NUNCA. NUNCA pasa cuando yo quiero que pase. Siempre me pasa en fines de semana, fiestas, actividades en grupo y en general, cosas divertidas. Pero como os digo, NUNCAen cosas aburridas, conversaciones incómodas, sitios en los que preferiría
v e a
u l n
no estar... NUNCA. Así que ayer fue un claro ejemplo de cuando los días . O más bien, te hacen volar a ti, al espacio , sobrepasando la luna. Pensé en muchas cosas, pero en nada relacionado con lo que estaba pasando en ese preciso momento. Pensé en qué iba a hacer mañana, pasado, el otro, el siguiente del otro, el próximo del siguiente del otro, a qué me dedicaría en el futuro, cómo aprendería DE UNA VEZ POR TODAS a tocar la guitarra... Muchas cosas pensé.
Lo mejor de estos días en los que no estás aquí en la tierra, es que cuando andas por el mundo real, pero en realidad te encuentras en otro sitio, sientes como si estuvieras andando por el aire... ¿Entiendes? Como si estuvieras rellen@ de helio, y en vez de andar en tierra FIRME, estuvieras flotando mientras mueves tus pies. Prometo que es esa misma sensación, tal y como la describo.
Y aquí, después de una explicación sobre cómo se siente un@ en los días en los que está
en las nubes o en la luna, (depende de lo alt@ que estés) me despido, acabando esta entrada.
Y ahí estoy yo. Todo el día |
No hay comentarios:
Publicar un comentario